Emma trabaja en Orense como TS en Anatomía Patológica. Ha conseguido su objetivo, escalar puestos en las listas, gracias a una nota estupenda obtenida en su examen. Ha logrado, mediante el método Formantia, lo que le parecía inasequible.
Formantia “me hizo creer en mí misma”
Emma se siente agradecida y feliz. Ha recorrido un camino de esfuerzo con valentía y tesón, y lo ha recorrido acompañada.
El inestimable apoyo de sus padres, más allá de una compañía, se convirtieron en un soporte sólido en el que Emma se apoyaba confiada y segura. Y nosotros, consiguiendo que, en tan solo siete meses, esta profesional viera realizarse su objetivo.
De su entrevista podemos obtener conclusiones valiosas. La primera ya la hemos descrito y se resume en que una oposición no se va a conseguir en solitario. La siguiente conclusión es que se tiende a subestimar un examen tipo test. Y, por supuesto, que el apoyo moral tiene peso específico propio.
Vayamos por partes. Emma es estudiosa, es decir, es capaz de sentarse delante de su mesa y permanecer horas sin moverse. Esas horas estaban siendo aprovechadas, y esa es la clave. Nos cuenta como al usar herramientas, tales como las fichas, las técnicas de test, era capaz de identificar fallos de los que no era consciente.
Aprender a responder porque se ha comprendido previamente. Emma preguntaba sus dudas, después de ver las clases en diferido, por falta de tiempo, consultaba esas dudas con su profesora, que siempre respondía y casi al instante. Las horas de estudio, empezaban a tener sentido.
Emma pudo poner en práctica todo lo aprendido en el simulacro presencial, el cual, según sus propias palabras “era el examen”. Todo un ensayo general. Se pone a prueba lo aprendido, se evalúan los nervios, se mide el tiempo.
Cuando llegó el gran día, Emma estaba lista. Pudo comprobar que “varias preguntas cayeron”, y le sobró tiempo. En ese examen no estuvo sola, las palabras y consejos de Berta, Adela, Eladio, le hacían compañía, recordándole que podía conseguirlo. Nuestro equipo de profesionales le había enseñado algo fundamental, a creer en sí misma.
Emma recuerda sus nervios iniciales, su incertidumbre, pero lo que más y mejor recuerda es la sensación de ver mutar todo ese particular calvario en felicidad. Si, había conseguido ser apta en su examen, había logrado su objetivo.
La sensación de lograr un propósito es indescriptible, va más allá de aprobar o no un examen, es un ejercicio de superación personal y profesional por el que vale la pena luchar. Enhorabuena Emma, por tu esfuerzo y perseverancia.
Detrás de un buen puesto hay un buen método
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