Lourdes es T.S en Higiene Bucodental y te cuenta su experiencia en Formantia

Con esa magnífica frase, “la idea funciona”, Lourdes habla de nuestro método. Ella había probado en academias presenciales y también por su propia cuenta. El mismo temario y las mismas circunstancias personales tuvieron resultados diferentes cuando comenzó a prepararse con nosotros.

Una de las razones por las que Lourdes tomó la decisión de abandonar la academia presencial a la que estaba acudiendo fue el tiempo. Para ella, la rigidez de un horario de clases inamovible le hacía imposible acudir en la mayoría de las ocasiones, y esa clase ya no se podía recuperar. Para ella poder disponer de nuestras clases en directo y saber que quedarían a su disposición en diferido, sencillamente la liberó de la atadura del reloj. Había encontrado el método que le permitía estudiar cuándo y dónde quisiera.

Un método online que ella sintió más cercano que con el que estaba acostumbrada a trabajar. Ella habla de cercanía y es verdad. La tecnología nos ha capacitado para estar ahí, y estar siempre. Lourdes experimentó el acceso ilimitado a una plataforma completa y en constante renovación, al tiempo que su tutora la vigilaba de cerca.

Hay una frase especialmente emocionante en esta entrevista: “me disteis la seguridad que me faltaba”. Una seguridad nacida de una unión flexible entre programar el estudio y ampliar el temario con herramientas que le den vida. Eliminar las dudas, consolidar conocimientos, repetir test, como ella misma cuenta, “había test que me sabía de memoria”.

Por supuesto que un buen método funciona, pero funciona más aún cuando quien estudia lo pone todo de su parte. Lourdes se preparó a conciencia, llevando a rajatabla, en sus propias palabras, las indicaciones del profesorado, las sugerencias de su tutora, y los tiempos de descanso.

Es cierto que, como en su caso, contar en el círculo cercano con más opositores ayuda a que comprendan tu situación. Pero cuando el objetivo se dibuja claro en tu futuro, valoras los momentos lúdicos, porque, aunque escasos, sabes que serán muchos y mejores en cuanto tengas la plaza entre las manos. Así nos lo cuenta Lourdes, con una motivación contagiosa.

Una motivación que ha sabido mantener constante en todos los meses en los que ha estado preparando su oposición. Meses necesarios, según su experiencia. Ni más ni menos, el tiempo pautado es el óptimo, porque “para una carrera se necesita fondo”, y ese fondo requiere tiempo.

Un tiempo que lejos de ser sufrido debe ser disfrutado, como Lourdes cuenta y ha vivido, opositar supone un compromiso con una misma, una apuesta por tu propia valía personal y profesional. Y cuando el método demuestra su eficacia, como en el caso de Lourdes, no podemos sino sentirnos orgullosos. Porque vuestros éxitos son nuestro mayor premio.