Isabel es TS en Laboratorio de Diagnóstico Clínico y nos cuenta la diferencia que ha notado al preparar su oposición con el método Formantia. Ella es un ejemplo de los resultados que se obtienen con todas nuestras herramientas, porque las usa todas. Es todo motivación.
La motivación de la seguridad en el puesto de trabajo
Isabel tomó la decisión de preparar una oposición cuando fue consciente de la falta de seguridad en la contratación privada. Se dio cuenta del valor incalculable de la estabilidad en su puesto de trabajo. Decidió que quería eliminar la presión de la incertidumbre, aportando así más tranquilidad a su vida profesional y personal.
Ella había comprendido que al preparar una oposición se enfrentaba a una carrera de fondo, en la que necesitaría dosificar energías. Su siguiente decisión importante fue acudir a nosotros, consciente de que un adecuado método de estudio la ayudaría a integrar preparación y obligaciones diarias, enseñándole a aprovechar sus momentos libres y ganar disciplina, a marcar objetivos reales y cumplirlos.
Nos conoció al salir de un primer examen al que se presentó después de haberse preparado por su cuenta, y haber comprobado que el enemigo a batir era más fiero de lo que pensaba la llevó a concluir que para opositar con éxito necesitaba ayuda.
En poco tiempo aprendió a incorporar nuestras herramientas a su propia rutina, como el uso de los audios tanto conduciendo camino al trabajo, como realizando las más comunes tareas domésticas, un auténtico refuerzo de unos conocimientos previamente leídos, tal y como ella nos lo explica.
Porque llegará el día del temido examen y tiene que dejar de ser temido. Como ella nos cuenta, los simulacros globales suponían “entrenar el músculo”, en especial en los simulacros presenciales, en los que los nervios hacen acto de presencia y no solo se entrena lo que se sabe, sino cómo responde el cuerpo y la mente. Aprender a mantener la calma es determinante.
Y esa calma la tienen en cuenta nuestros profesores. Isabel dice que contamos con “profesores buenísimos”, porque además de la materia, está la ayuda anímica, tan necesaria en la vida de una opositora. Sentirse acompañada en el proceso, es esencial para continuar con la ilusión y la motivación, intactas.
Si, Isabel nos llena de alabanzas, es una estudiante modelo que ha sabido usar todas y cada una de las herramientas del método Formantia y sacarle el máximo partido. Escuchar como habla de nuestro temario, de nuestra atención a sus dudas, hasta de los más pequeños trucos, es verdaderamente motivador. Esa sensación que describe “tienes un profesor a tu lado”, es un resumen perfecto de nuestra filosofía de trabajo.
Porque cada alumna es diferente, cómo llega nosotros, su experiencia, sus circunstancias, sus expectativas. Isabel nos contó lo que había hecho y lo que quería conseguir. Inmediatamente nos pusimos manos a la obra, porque un opositor tiene que estar listo para su convocatoria. Como ella dice, “a por ello”.
Detrás de un buen puesto hay un buen método
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